Escena: 0:58:37 – 0:59:03
Aquí, Charlie, desesperado por el anormal comportamiento de su hermano, decide ir a visitar a un médico para valorar sus opciones.
- Charlie: Bueno, ¿y qué tengo que hacer? Se supone que tiene que haber alguna solución…
- Médico: Mire, yo no soy psiquiatra, pero sé que su cerebro no funciona como el de la gente normal, lo que hace no lo hace por molestar. Si no puede soportarlo descanse, sepárese de él, tómese unos días de descanso…
- Charlie: Claro, ¡puedo devolverlo!
- Médico: ¿Perdón?
- Charlie: Nada, era un chiste… ¿Así que tengo que soportarlo, verdad? ¿aceptarlo tal como es?
- Médico: Sí, más o menos…
Charlie suspira
En esta escena, lo que se quiere mostrar es la dificultad con la que muchas familias tienen que vivir cuando en ellas hay personas en este estado psicológico, ya que, como se puede ver a lo largo de toda esta película, es algo realmente difícil, teniendo que estar atentos a estos individuos constantemente. Algo que, en mi opinión, se puede sacar de este breve fragmento es que ante dicha dificultad, siempre existe la posibilidad de utilizar los centros sanitarios aptos para estas personas, exponiéndonos una vez más el debate de la institucionalización frente a que las personas autistas vivan en familia.
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